Tres niveles de spoiler


Tres niveles de spoiler

“Spoiler” es una palabra inglesa que utilizamos cuando alguien revela un detalle importante de una novela, serie o película.

Nivel 1: Revelar una decisión

Ejemplo: Durante toda la novela la protagonista duda entre casarse con Juan o Pedro. Un spoiler nivel 1 sería decir “Al final se casa con Pedro”.

Nivel 2: Revelar una respuesta

Ejemplo: Durante toda la novela el detective intenta averiguar qué familiar mató al abuelo. Un spoiler nivel 2 sería decir “Al final resulta que lo mata un vecino”.

Nivel 3: Una sorpresa de verdad

A diferencia del nivel 1 donde tenías dos posibles finales, o el nivel 2 donde te encuentras con una pregunta concreta, el nivel 3 revela una sorpresa que de verdad no te esperabas. El lector no está esperando una respuesta. El lector ni siquiera sabía que había pregunta. Ejemplos: el final de las películas “El Sexto Sentido y “Los Otros”.

Un detalle extra


Un detalle extra

Siempre se puede conseguir un poco más.

Has creado una historia. Es buena, pero podría ser mejor. Siempre puede ser mejor.

Como ejemplo te muestro una historia real. En este vídeo, que fue viral en 2011, un niño gordito aguanta como puede que otro niño le pegue. La humillación va más allá de la paliza: le están grabando, están animando al agresor. El ensañamiento es claro, atroz, pero al final la víctima se harta y... mejor que lo veas tú mismo.



Finalmente el matón, cobarde y ruin, bebe de su propia medicina. Una humillación pública que no olvidará.

Cuando lo vi me pareció que nada podría encapsular mejor la rabia que me provoca ese tipo de injusticia y la alegría de ver que, por una vez, los malos reciben su merecido. Me equivoqué. Siempre hay algún detalle extra que puede aumentar el impacto emocional de un relato. Hace poco vi un documental sobre el niño que finalmente se defendió. Mostraron de nuevo el vídeo de la agresión que ya has visto pero añadiendo un dato que desconocía cuando lo vi por primera vez: el primo de este chico, debido al bullying, se había suicidado. Mis emociones se multiplicaron por cien.

¿Vivir para escribir o escribir para vivir?

¿Vivir para escribir o escribir para vivir?

El mundo de la publicación es caprichoso, está repleto de sorpresas muy agradables y de desilusiones brutales.

Dentro de ocho semanas sale a la venta nuestra novela en España ¿Llegaremos a tal nivel de fama y éxito que provoquemos el interés de hacienda por esos tropecientos millones de ejemplares vendidos?

Para que nadie se haga grandes ilusiones, recordemos que en los años 30 el gobierno británico investigó a W.B.Yeats, premio Nobel de literatura, porque no podían creer que un escritor tan famoso vendiera tan poco y tuviera tan pocos ingresos que declarar. Sería bonito vivir de la literatura pero, seamos realistas, es algo que le sucede solo a unos pocos.

snif

Reseñas medidas

Reseñas medidas

Hace tiempo subimos un post sobre la magnífica adaptación televisiva de la obra maestra “Jonathan Strange y el Señor Norrell”, de Susanna Clarke. Durante nuestra investigación encontramos una reseña del libro que ilustraba un problema que tienen los bloggers “amables”. Cuando hablas bien de todos los libros, ¿qué haces para destacar una novela realmente sobresaliente?

RESEÑA

En este caso abre la reseña con una palabra malsonante para enfatizar los elogios. Lo comprendemos. Es que si ya has dicho de otros libros que son buenos, muy buenos o magníficos… cuando llega un libro que realmente destaca, hay que decir que es una .%*!@. obra maestra.

Otra manera de reseñar es reservarse los grandes elogios para obras realmente sobresalientes. Pero si dices de cada libro “me ha gustado”, no nos estás dando información. No es nada sencillo.

Aquí tienes a uno de los booktubers con más seguidores de España. Fíjate cómo lo hace en el primer libro que reseña; sin faltarle el respeto al autor, nos cuenta algún detalle que no le ha convencido. Cuando luego de deshace en elogios con otro libro, me lo creo más.

Necesito concentrarme


Necesito concentrarme

Un estudio del año 2001 del Dr. David E. Meyer postula que efectuar más de una tarea mental a la vez baja tu rendimiento un 40% debido al tiempo que malgasta el cerebro en reajustarse a cada cambio de foco de atención.

Escribir y, mientras tanto, aprovechar los momentos de poco inspiración para enviar emails, o llamar por teléfono y escribir tu novela mientras esperas a que te contesten; quizá te den la ilusión de que aprovechas más tu tiempo y eres más productivo. Pero no. La neurociencia le está dando la razón a Roald Dahl, que tuvo la certeza de construir una casita de madera en su jardín como su refugio perfecto para escribir; solo a escribir, a escribir solo.

Las fotos de plutón


Las fotos de plutón

Supongo que habrás visto fotos de Plutón estos últimos días. La nave New Horizons ha pasado cerca del planeta enano y enviando detalladas imágenes.

En su largo camino, la nave New Horizons aprovechó su paso por Jupiter para girar y acelerar en el campo gravitatorio del gigante. De forma similar, seguro que alguna novela o libro de ciencia ha aprovechado esta noticia para dar un empujón a sus ventas.

Miré en Amazon y las ventas de los libros acerca de Plutón han subido de forma espectacular, tanto los de ciencia como los de ciencia ficción. ¿Será el momento de escribir mi gran novela romántico-espacial “Amor en Plutón”? No. Es tarde. Para cuando termine mi obra maestra, el tema habrá pasado de moda. La NASA envió la nave hace nueve años para que llegara este momento, y los autores de los libros también escribieron sus manuscritos hace tiempo.

Lo que sí podría ser (si quisiera escribir un libro aprovechando un tema de moda actual) es el momento para pensar “¿hay alguna cosa que será noticia dentro de 5 años? ¿El centenario de algún famoso? ¿Una celebración cultural?” Entonces sí, ahora es el momento de escribir una novela que intentara aprovechar el tirón de tal acontecimiento.

Empezar a escribir


Empezar a escribir

Cuesta mucho sentarse a escribir. Da pereza pensar en la posibilidad de quedarte pensando sin resultados.

Haz trampas para que no te ocurra.

No te sientes ante el ordenador, no cojas papel y boli. Simplemente siéntate cómodo, o da un paseo, pensando en la siguiente frase de tu novela. Juega con ella.

Se levantó.

Se puso en pie.

Plantó su bastón en el suelo y levantó, por la testarudez que fomenta la ira, sus dos metros y Dios sabe cuántos kilos de más.

Sin desviar la mirada ni por un momento, se levantó lentamente hasta…

Si en algún momento del juego se te ocurre una frase que te encanta, no querrás olvidarla y tendrás que ir corriendo a apuntarla. Y en ese preciso instante habrás comenzado tu sesión de escritura.