Propósito de año nuevo


Propósito de año nuevo

Algunos libros, además de ser buenos, contienen frases geniales. Por supuesto, una novela puede ser una obra maestra sin contener ninguna frase lapidaria, pero en este siglo XXI donde twitter, facebook y whatsapp forman parte de nuestra cotidianeidad, crear alguna frase que la gente quiera compartir con el mundo entero puede jugar muchísimo a nuestro favor.

Si Shakespeare viviera ahora e intentara colgar Hamlet en Amazon, ¡Qué bien le vendría que los internautas compartieran su “Ser o no ser, esa es la cuestión”!

Mañana empieza mi reto de 2014. Escribir una frase cada día, sin saltarme ni uno. Intentaré incluir frases graciosas: (“Con tanta corrupción, ayuntamiento debería escribirse con H… Hay Untamiento”) , frases con paradoja: (“Si tus padres no tuvieron hijos es posible que tú tampoco los puedas tener”), versiones torcidas de frases conocidas: (“Más vale tarde que nunca, pero aún mejor que te toque la lotería y no tener que ir”) y descrip­ciones inusuales (“Antes de llover, las nubes se visten de luto”).

El 31 de Diciembre de 2014 mi lista tendrá 365 entradas. La mayoría serán pobres, patéticas o demasiado forzadas, pero igual me hago con una docena de oraciones originales y notables para incluir en futuras novelas.

Evitando reseñas negativas

Evitando reseñas negativas

Ayer hablamos de las reseñas negativas y cómo mentalizarse para aceptarlas. Es inevitable que nos disgusten, pero sabemos que evitarlas todas sería imposible.

Ahora bien, una buena manera de lograr que no escriban una opinión negativa de tu obra en amazon o en goodreads es esta: No intentes vender tu libro a todo el mundo. Sé muy claro a la hora de posicionar tu novela respecto al género al que pertenece. Perderás ventas, pero serán justo las que no querías, las de lectores que esperan una cosa y se encuentran con otra; las reseñas que al final dañan las ventas de forma permanente respecto a tu público objetivo de verdad.

Crítica

Crítica

Una mala crítica es inevitable. Además, es una buena señal por dos razones. Primero, porque has acabado tu novela y segundo, porque alguien la ha leído.

Si la crítica es tan terrible que necesitas una inyección de ánimo piensa en el compositor Schoenberg, considerado uno de los más grandes del siglo XX.

Su segundo quarteto de cuerda fue tan mal recibido por público y crítica que el periódico de Vienna publicó la reseña en la sección de crímenes.

Metáfora

Metáfora

En este video veo a una escritora que colgó en Amazon su primera novela de la que, desafortunadamente, no vendió ni un ejemplar; vamos, un bata­cazo total. En vez de desanimarse, enseguida se puso a escribir su siguiente novela. ¡Y lo consiguió!

Esa es la conclusión a la que he llegado… Igual tú ves otra cosa.

Se me olvidó


Se me olvidó

Ayer hicimos un ejercicio que consistía en examinar nuestro uso de la palabra “muy”.

Ten cuidado con “mejorar” el vocabulario de tus protagonistas. Los diálogos deben reflejar la realidad, y la realidad es que cuando hablamos no tene­mos tiempo para escoger bien las palabras. El lenguaje coloquial no es perfecto.

La frase “Estoy muy pero que muy, muy contento” es perfectamente aceptable si la dice uno de tus personajes. Uno. Sólo uno. Si la dicen todos, si tu novela está plagada de personas diciendo “estoy muy pero que muy, muy enfadado” y “estoy muy pero que muy, muy cansado” entonces ya no se tratará de la forma de hablar del personaje, sino de la forma de hablar del autor.

Siempre se ha comentado que el autor tiene que “encontrar su voz”; pero es mucho más complicado que eso. Tiene que encontrar su voz y además la voz de cada personaje que aparece en la novela. Luego está el estilo… pero de eso hablaremos en posteriores posts.

Un consejo muy bueno


Un consejo MUY bueno

Hoy te propongo una nueva idea para la revisión de tu manuscrito terminado. Usa la función “buscar” de tu tratamiento de textos para localizar todas las veces que has utilizado el adverbio “muy”. Estudia cada uno de los casos; puede que te interese reemplazar, por ejemplo, “muy bonito” por “precioso, “muy grande” por “enorme” o “muy flaco” por esmirriado.

Descubrirás algo sobre tu forma de crear. Si el escrito está plagado de demasiados “muy”, puede deberse a que te funciona el sistema de escritura rápida para plasmar la historia con frescura y ritmo, aunque luego necesites repasar para pulir el lenguaje. Si hay pocos, igual eres un autor que se piensa mucho cada frase antes de seguir.

No hay un sistema correcto para todo el mundo, el bueno es el que te funciona, con el que estás más cómodo. Lo único importante es que el resultado final sea una novela muy buena… (ups, perdón) una novela excelente.

Solidaridad navideña


Solidaridad navideña

Se acerca la navidad y, como cada año, las televisiones se dedicarán a emitir peliculas edificantes con finales que nos ponen un nudo en la garganta. No os quiero adjuntar un spoiler para “Cadena de favores”, de Haley Joel Osment y Kevin Spacey, porque seguramente (si no la has visto ya) tendrás la oportunidad de verla estas vacaciones. Sin embargo necesitas añadir su arma secreta emotiva a tu arsenal de escenas impactantes.

Aquí está.

Una escena de solidaridad por un grupo de desconocidos garantiza un buen nudo en la garganta y una lágrima en el ojo de tu lector.

El ejemplo que te voy a explicar a continuación ocurrió hace pocos días. Una niña de 8 años de edad con leucemia recibió la noticia de que le quedan dos semanas de vida. Uno de sus últimos deseos fue presenciar la navideña tradición de un grupo de personas que van a las puertas de las casas para cantar villancicos. Esta foto muestra a esos desconocidos que acudieron para cumplir su sueño.

Cuando te hayas secado las lágrimas, apúntate el truco en tu lista de cosas que pueden ocurrir en tu novela. “Emotiva muestra de solidaridad por desconocidos en masa”.

Parejas dispares


Parejas dispares

Los animales triunfan en internet. Hay videos y fotos por doquier, pero las que más triunfan son las de parejas dispares. Un león es bello, un fauno es entrañable, pero un león con un fauno se convierte en un éxito viral. Estás sumando no dos, sino tres elementos: dos personajes y una relación imposible.

Apliquémoslo a nuestra novela. Si va de detectives, piensa “¿quién no suele llevarse bien con un poli?” y haz que la novela tenga como protagonistas a un policia honrado y un fugitivo. Si es romántica, pregunta “¿quién no se interesaría jamás por una inmigrante ilegal analfabeta?” Un millonario ingreído. Ahí tienes tu pareja. Si se trata de una obra de fantasía, busca tu héroe y haz que comparta aventura con un cómplice indigno de su rango: Un príncipe refinado que tiene que cumplir una misión junto con un duende flatulento.



Uno más uno igual a tres.

Un personaje + otro personaje + una relación inusual.

¿Lo ves?


¿Lo ves?

¿Ves la foto? ¿Crees que todo el mundo ve lo mismo que tú? ¡Claro que sí!

Pues claro que no.

Ves una escena sexual porque posees un conocimiento previo del aspecto que ofrecen dos personas desnudas abrazándose en actitud amorosa. En un estudio psicológico se pudo comprobar que si el observador es un niño de muy corta edad no va a ver la misma escena que tú; él ve delfines. Sí, delfines. Mírala otra vez.

Si en tu libro aparece la frase “un buen desayuno” un madrileño puede pensar en churros con chocolate; un inglés visualizará alubias con huevos, béicon y salchichas, y a un francés le invadirá el maravilloso aroma de unos buenos croissants recien horneados.

Tener claro quiénes son tus lectores te ayudará a utilizar el código del lenguaje de una forma más profunda y sugerente.

Cuestión de principios


Cuestión de principios


Una frase aislada puede decir poco sobre la calidad de un autor o su obra. “Un crujido sordo rompió el silencio”. ¿Es buena la frase? ¿Es de un premio Nobel? ¿Es de un bestseller? ¿Me la acabo de inventar?

Fuera de contexto podría ser cualquier cosa, porque una novela no es simplemente una colección de buenas frases. Es un conjunto armonioso y coherente que va creciendo, evolucionando y dando vida a personajes, a historias.

Pero (siempre hay un pero), existe una excepción. La primera frase. La primera frase de un libro no depende del contexto, ya que es el génesis de la historia. La mayoría de escritores se esfuerzan por crear primeras frases que abran su novela de forma magistral.

Estoy añadiendo a mi bloc de notas “1001 cosas que pueden pasar en una historia” una nueva lista, la primera frase de mis libros favoritos. Estoy aprendiendo mucho, te recomiendo el ejercicio.

Descríbeme


Descríbeme


La apariencia de tu personaje principal puede ser muy importante; por poner un ejemplo, sería incluso central en una trama sobre baloncesto que esa persona fuera muy alta. En una novela con tensiones raciales necesi­tamos saber el color de la piel. Si lleva una cicatriz en la cara, le pueden confundir con otra persona con esa misma marca, ¡ay, qué buen principio para una aventura!

Si la apariencia exterior no supone un elemento fundamental de la trama, también tienes una decisión que tomar: describir o no describir. Si la narra­ción es en primera persona y no me das detalles, puedo visualizar a ese YO de la novela como la persona que veo en el espejo y tanto quiero.

De todas formas, decide pronto. Si después de 400 páginas de imaginarme a un personaje rubio con ojos azules, vas y me dices que es bajito, gordito y pelirojo, me voy a enfadar.

¿Cuánto puedes llegar a vender al público anglosajón si consigues triunfar en Amazon?

¿Cuánto puedes llegar a vender
al público anglosajón
si consigues triunfar en Amazon?


Si autopublicas en Amazon en castellano es fácil saber, más o menos, cuántas copias venderás, sobre todo si logras posicionarte en los Top 100, o aún mejor, en los Top 10 de kindle->castellano->erótico u otro apartado igual de delimitado.

¿Y en inglés? Si tienes en cuenta que hay más personas angloparlantes, que suelen leer más, que el libro electrónico tiene mas aceptación entre esa población y que hay menos piratería, está claro que las ventas te irán mejor.

Theresa Ragan, una autora de California que ha vendido 550.000 novelas en dos años, está recopilando datos al respecto.

En la misma semana ella posicionó tres de sus libros, en inglés, en Suspense Romántico de Amazon. Uno era el nº18 (nº446 globalmente) y vendía 125 libros al día. Otro era el nº40 (nº1.087 globalmente) y vendía 80 ejemplares al día. El tercero era el nº69 (nº2.182 globalmente) y vendía 65 libros al día. Interesantes números, yes sir!

Un golpe de suerte

Un golpe de suerte

Un jueves por la tarde, hace muchos años, viajaba en tren desde Valencia a Madrid; me esperaban unas largas seis horas en aquel vagón. ¿Y a quién tenía al lado? Al director de cine Bigas Luna, el que dirigió la primera pelicula en la que coincidían Javier Bardem y Penélope Cruz. Disponía de seis horas para, de forma sutil, mencionarle que escribo y dejarle una copia de mi guión. ¡Vaya golpe de suerte!

Pues no.

Suerte cero, porque no escribía guiones. Es imposible tener una copia escondida en la maleta de algo que no existe.

Lástima.

Ahora una pregunta. ¿Tienes ahora mismo contigo una copia en papel, encuadernado en espiral, de tu novela? ¿La llevas en tu maletín o en el coche cuando vas de viaje? Imagina esta escena: Ves a una mujer con su hijo en el arcén de la carretera. Se le ha acabado la gasolina. Te ofreces a llevarles hasta la gasolinera y traerles de vuelta. En el camino charláis y descubres que trabaja como editora en Random House Mondadori.

Es poco probable que ocurra, pero si pasa y no llevas contigo tu novela, te vas a acordar de este artículo, y de todos mis ancestros.

Una estructura clásica


Una estructura clásica


Un anónimo genio de la narración ha colgado una foto en internet. La descripción de la imagen es un relato corto en tres frases con final sorpren­dente. Veamos el texto:

Mi compañero de habitación me quitó las llaves del coche a la cinco de la madrugada. Diez minutos más tarde oí un golpe estruendoso y brutal. Buena decisión, pensé.

Analicemos:

1: Mi compañero de habitación me quitó las llaves del coche a la cinco de la madrugada.

Un comienzo lleno de posibilidades, dejando preguntas por contestar. ¿Robo? ¿Sorpresa? ¿Venganza? ¿Imprudencia?

2: Diez minutos más tarde oí un golpe estruendoso, brutal.

Se resuelve el enigma. Un accidente de tráfico.

3: Buena decisión, pensé.

Una frase sarcástica que resume la indignación del narrador.

Ahora viene lo bueno. Mira la foto y te darás cuenta que te ha hecho un doble juego. El final sorprendente se revela cuando ves la escena y tu cerebro tiene que re-escribir la historia; en este caso la clave es el derribo por el peso de la nieve del tejado del garaje. Estos cuatro pasos (1: Preparación 2: Supuesta resolución 3: Prematura reacción 4: Giro sorpren­dente) pueden usarse como estructura de un párrafo, un capítulo o una novela.

Longevidad


Longevidad


Últimamente he leído en varios medios algunos artículos coincidentes en una idea: que si te limitas a escribir novela romántica te condenas a una carrera corta como novelista; tendrás salida mientras dure la moda de “50 sombras”.

Es ya demasiado tarde para preguntarle sobre este tema a la novelista Ida Pollock, que murió ayer a los 105 años. Escribía novela romántica y erótica y si no la conoces es porque utilizaba diez seudónimos distintos. Durante su larga carrera publicó 123 novelas, lo que demuestra que nunca se le ago­taron ni las ideas ni el entusiasmo por escribir. Teniendo en cuenta que el año que viene se publicarán sus novelas número 124 y 125, creo que si hubiera leído los artículos que he mencionado al principio, se hubiera partido de risa.

Cuerpos Perfectos


Cuerpos per f ec tos
Me gustan las chicas guapas, esas de medidas perfectas, de exquisitas proporciones. Así que lo tengo claro, poblaré mi novela de personas espe­ciales, bellas e imponentes, que logren emocionar... Pero, un momento, para cuerpos perfectos, para proporciones hermosas y simetría exacta (cosa que no ocurre en la naturaleza), tenemos a los maniquíes de escaparate; sin embargo aunque sí son perfectos, también son estériles; es imposible que lleguen a emocionar jamás.

Rectifico.

Un maniquí sin defectos nunca te emocionará. Aquí tienes un video con una música preciosa de fondo para que puedas realizar el ejercicio de hoy: pasar los cuatro minutos y medio que dura la grabación meditando sobre la belleza de la imperfección.

Cuando no te salen las palabras


Cuando no te salen las palabras


Deléitate en las palabras. Nuestro cerebro y su relación con el lenguaje es una especie de milagro, de magia fantástica.

Por eso muchas veces sentimos una fuerte frustración cuando tenemos una idea estupenda y no acabamos de encontrar el vocabulario preciso que la defina como nos gustaría.

En momentos así miro este video de un paciente que sufre de afasia de Wernicke. Es inteligente. Sabe lo que quiere decir, pero su cerebro es incapaz de formar las palabras. La entrevista está en inglés pero da igual porque es incapaz de pronunciar otra cosa que no sea “to-no”. Al final del video logra contar hasta cuatro, pero contar hasta veinte se le escapa.


Chicos, tenemos mucha suerte.

Una fórmula para sorprender


Una rmula para sorprender

Crea un personaje muy manido. Un estereotipo. De los que no sorpren­den, de los que se ven venir. Por ejemplo, de un motero cincuentón, bar­budo, gordo y tatuado, nos esperamos que tenga mal carácter.

El segundo paso es crearle una personalidad totalmente opuesta a lo que indica su apariencia exterior.

Esto funciona y te lo demostraré. En Estados Unidos hay una organización de moteros voluntarios que acuden a proteger y apoyar a niños maltratados. Trabajan en casos muy duros: niños que han sido violados por un familiar y que, a pesar de haber cambiado de domicilio para alejarse del maltratador, el miedo que siguen padeciendo no les permite ni siquiera dormir. Tienen que convivir con el pánico y el terror hasta la celebración del juicio.

La organización analiza a todos los voluntarios de forma exahustiva. Los que son aprobados para esta labor reciben el asesoramiento de psicólogos y el permiso de la familia y de la policia para que la situación sea cien por cien segura. Para empezar, se presentan en la casa para hablar con el niño o niña e informarle de que ellos van a estar 24 horas al día rodeando la casa para que nada pueda pasarle. El día del juicio es el más duro, pero el niño acude rodeado de moteros enormes y se siente más seguro. Cuando llega el momento de subir al estrado los moteros lo acompañan por el pasillo del juzgado y se sientan en primera fila susurrándole “no le mires a él, míranos a nosotros”.

Fotos de los moteros

En un caso reciente el juez le preguntó a un pequeño si tenía miedo, y el niño respondió “No, porque mis nuevos amigos me protegen y dan más miedo que él”.

¿Sorprende? ¿Emociona? ¿Verdad que sí? Pues guarda esa técnica en tu bloc de ideas: Estereotipo claro/Personalidad totalmente opuesta.

Arcos, flechas y gafas


Arcos, flechas y gafas

Acabo de leer un informe de la asociación americana de tiro con arco. Resulta que el año pasado duplicó el número de sus miembros. Los clubes de tiro con arco tienen lista de espera. Lo llaman el efecto “Juegos del hambre”.

Algo similar pasó hace unos años cuando las gafitas redondas (que eran las gratuitas, poco atractivas y baratas que llevaban los niños de familias con pocos recursos porque las subvencionaba la sanidad pública británica) súbitamente se pusieron de moda. Claro, todos los críos querían parecerse a Harry Potter.

Ahí lo dejo; lo siento, pero es que me tengo que poner a escribir. Se me acaba de ocurrir una idea para una novela sobre un futuro distópico en el que si se detecta que un niño pasa hambre, o que una sola persona duerme en la calle, ese día tanto los ministros del gobierno como los mandamases de los bancos no cobran su sueldo.

¿De qué sirve hacer reseñas?


¿De qué sirve hacer reseñas?

—Niña, ¿qué haces? No me digas que estás otra vez perdiendo el tiempo con eso del blog…

—No es perder el tiempo.

—¡Claro que sí! Podrías dedicar ese montón de horas desperdiciadas a algo útil.

—¿Es que escribir no es útil?

—Si te diera dinero como a la de Harry Potter, sí, pero tú…

—Pues te voy a contar algo. Ayer leí en la prensa que un autor ha recibido dos millones de dólares de adelanto para publicar su primera novela en Estados Unidos, y más de cien mil libras por los derechos para Reino Unido.

—Hombre, así sí que vale la pena. Lo que pasa es que tú no escribes novelas, sólo opinas sobre novelas de otros, y eso no sirve para nada.

—Si tú lo dices… ¿Pero sabes a qué se dedicaba antes ese autor? Era el crítico literario de un periódico. Tanto leyó y tantas reseñas escribió que al final consiguió crear su propia novela.



Autor:Garth Risk Hallberg. Novela: City of Fire. Fecha de publicación: 2015. Artículo

Cuesta mucho escribir

Cuesta mucho escribir

Jean-Dominique Bauby, el editor de la revista de moda ELLE sufrió un infarto cerebral, cayó en coma y cuando recuperó la consciencia solo era capaz de mover un párpado. Paraplégico y sin poder hablar fue capaz de dictar sus memorias. El sistema era penosamente lento. Una ayudante leía el alfabeto en voz alta y él guiñaba el ojo cuando oía la letra que buscaba.

La próxima vez que te pille lamentándote con un: “¿Por qué es tan difícil lograr que lean mi libro, con TODO el trabajo que me costó escribirlo?”, yo te preguntaré: “¿Has leído ‘La escafandra y la mariposa’ de Jean-Dominique Bauby?”

Queremos que nos lean, claro que sí, pero algo me dice que un primer paso es ser solidarios con otros autores. Leer, criticar, animar, recomendar. El mundo da muchas vueltas.

Con vocación de protagonistas


Con vocación de protagonistas

Los actores dicen que es una equivocación trabajar con niños o animales. Te pueden robar el protagonismo. Cierto es que no me acuerdo de ninguno de los actores de la pelicula “Liberad a Willy”, ni de "Lassie" o "Skippy" o "Babe el cerdito valiente". Muchos vídeos virales de internet son de animalitos y niños, o combinando “los cachorritos” de ambas especies.



Ya que son unos protagonistas natos, podríamos sacarles mucho partido en nuestras novelas. Si escribimos sobre vampiros porque gustan, de sexo porque vende, de futuros utópicos por que están de moda…
...los niños y los animales son dos ingrediente muy sugerentes a tener en cuenta.

Reality para escritores

Reality para escritores

No me gustan los realities. Parece que parte del proceso de selección para entrar en Gran Hermano sea que nunca hayas leído un libro, ni en el colegio.

En Italia han empezado un concurso/reality que es todo lo contrario. La pri­mera exigencia para entrar es haber escrito una novela. Cada semana doce escritores se someterán a diversas pruebas literarias, con su consiguiente proceso de eliminación, y los cuatro concursantes que demuestren ser los mejores llegarán a la final. El premio para el ganador consiste en firmar con una prestigiosa editorial.



Siendo una productora internacional, han dicho que si funciona lo expor­tarán a otros paises.

JFK


JFK
Hace 50 años fue asesinado, en Dallas, el Presidente Kennedy. El vídeo de sus últimos momentos en esa limusina descapotable sigue impactándonos cada vez que lo vemos.

El ejercicio de hoy consiste en vivir esa escena, pero de otra forma. En un concierto de la Sinfónica de Boston, su director, cuando se enteró de lo ocurrido, interrumpió la función para comunicar a los presentes la trágica noticia. Reacciona el público ante sus palabras y de nuevo interviene el director para decir que cambiarán el programa: tocarán la marcha fúnebre de la tercera sinfonía de Beethoven. Con los primeros 40 segundos del video revivirás ese día desde un ángulo totalmente diferente.



Plantéate las diversas formas que existen de narrar un momento dramático. Puedes contar el evento en sí con todo lujo de detalles, pero también tienes la posibilidad de hacer que el lector lo perciba presenciando la reacción de otros.

Estructura natural


Estructura natural

Las sugerentes formas de la naturaleza llevan millones de años acompa­ñando a los seres humanos. Muchos artistas las han imitado para lograr una estética con todas las garantías. Quieres un baile grácil: imita a un cisne; quieres una música relajante: nada como el sonido de olas y el canto de las ballenas.

Para la estructura de nuestra novela podríamos examinar un arból. Una sola hoja tiene simetría. Unas finas líneas se bifurcan desde un eje central para producir una forma perfecta, diferente en cada arból pero siempre con exquisito equilibrio. El arból, con su tronco central a modo de “columna vertebral”, tenderá siempre a ese equilibrio: por cada rama que genere en un lado, otra le corresponderá en el otro. Y a su vez, las ramas (hasta el más ínfimo ramillete) imitarán la simetria del tronco madre.

En nuestra novela podemos imitar al arból. ¿Un protagonista? Entonces un antagonista. ¿Un amor? Un desamor. ¿Un invierno crudo? Un verano glorioso.

Interioriza la idea de la simetría; medita sobre lo sencillo pero lo práctico que es basar tu estructura en ella. ¿Ya? Pues ahora sólo faltará apuntar que no es la única forma de conseguirlo. Mira la belleza de este cuadro.

Descanse en paz

Descanse en paz

Hoy ha muerto Doris Lessing, Premio Nobel de Literatura.

Su agente, Jonathan Clowes, se ha quedado sin uno de sus mejores clientes (bueno, poco a poco, porque ahora tendrá más trabajo que nunca con retrospectivas, derechos de películas y reediciones conmemorativas).

Es de los pocos agentes que en su página web dice que acepta manuscritos. Facilita dos direcciones de email y pide que le envies una sinopsis y tres capítulos de tu novela. Si en seis semanas no han respondido, no responderán.

Puede que ahí esté tu oportunidad. De todas formas te recomendamos (si no has leído nada suyo aún) que disfrutes de la genialidad de las obras de Lessing. Con sus libros logró redefinir, hace 50 años, el papel de la mujer en la sociedad. Con este dato en mente no he podido evitar preguntarme: ¿soy capaz de escribir algo que dentro de 50 años se reconozca como una novela que cambió el mundo? Si la respuesta es afirmativa, una cosa está clara: no voy a tener problemas para encontrar agente.

Sentido y Sensibilidad


Sentido y Sensibilidad

Ayer hablamos de las trilogías y sus títulos. Pronto tendremos en las librerías la tercera parte de la serie Divergente, de Veronica Roth. Qué sugerentes sus portadas con una cuidada estética que persigue la belleza y la unidad. Divergente, luego llegó Insurgente y, ahora lanzan la tercera y… ay, qué lástima, rompen la simetría con Allegiant. En el inglés original, las tres palabras suenan igual, acaban igual, riman. Pero al pasarlas a otros idiomas, eso se pierde. Las tres traducciones posibles de Allegiant en castellano: Leal, obediente, sumiso, quedaban fatal dentro del conjunto, así que han optado por dejar el título en inglés.

Si vas a hacer un precioso juego de palabras para tus tres títulos, no estaría de más pensar en su traducción, en cómo quedarían en otros idiomas. Un ejemplo tonorrón: “Sueño”, “Dueño” y “Ceño”, para el mercado más grande del mundo se traducirían como “Dream”, “Little” y “Frown”. No es lo mismo, ¿verdad? Las simetrías basadas en el sentido más que en el sonido dan menos problemas. “Asesinato en el desayuno” “Asesinato en la comida” y “Asesinato en la cena” quedarán genial en cualquier idioma.

¿Hacemos un trio?


¿Hacemos un trio?

Esta semana la serie “The good wife” (en latinoamerica “La esposa ejemplar”) emitió un nuevo episodio con un título que me llamó la atención. El episodio se titula “La próxima semana”, pero es el contexto lo que lo hace interesante. La semana anterior se emitió “El próximo día”. Nos encantan los patrones, los conceptos y las simetrías. No me sorprendería que, para completar el juego, al próximo episodio le pusieran “El próximo mes”.

Los grupos de tres libros, las trilogías, con títulos a juego, quedan estupendos tanto en la memoria colectiva, como en la librería y en la estantería de casa.

Hay dos formatos comunes que dan forma a una serie.

Primero: se puede tener un nombre conceptual único, que hace de paraguas, y cada tomo su descripción
Las crónicas de Soncritores I: El boli roto
Las crónicas de Soncritores II: Sin tinta en la impresora
Las crónicas de Soncritores III: Documento no encontrado
Segundo: se pueden buscar tres títulos que tengan algún elemento en común
Hamsters en el espacio
Hamsters en órbita
Hamsters intergalácticos
Por si todavía no te crees que los grupos de tres son intrínsecamente bellos para la mente humana, repasa este post. Hemos colado dos frases de esas que utilizan una lista de tres, un trio o un terceto. Oops, ya lo hemos hecho otra vez.

Queso rallado


Queso rallado

Con la crisis estamos mirando los gastos con lupa, y en estas que le ha llegado el turno al queso rallado. En el supermercado los productos marcan su precio, y en letra pequeñita, el precio por kilo. Hemos descubierto que peso por peso, sale más barato comprar un trozo de sabroso queso semi-curado que una bolsita sin sabor de queso rallado. No es tan práctico como el de la bolsita, pero sale más barato, mucho más barato, ya que como su sabor es más fuerte necesitas usar menos.

Cuando tienes mucho trabajo, dispones de dinero pero careces de tiempo; con el queso ya rallado canjeas minutos por euros. Sin embargo, cuando hay poco trabajo, también escasea la pasta, pero a cambio tienes un montón de horas a tu disposición.

Si eres un autor sin grandes recursos económicos puedes hacer algo similar. Ya que no puedes invertir en contratar un corrector y un editor, tendrás que “rallar el queso” tú mismo. Nunca lograrás el mismo resultado que un experimentado profesional, pero gastando mucho tiempo (eso que sí tienes), y repasando una y otra vez tu texto, puedes producir un manuscrito limpio y correcto.

Emociona con tu escritura


Emociona con tu escritura

En 1957 Albert Camus recibió el premio Nobel de literatura. Pocos días después del anuncio escribió esta carta a quien había sido su profesor.

Querido señor Germain,

Dejé que la conmoción que me rodea estos días se disipara un poco antes de hablar con usted desde el fondo de mi corazón. Me han otorgado un honor demasiado grande, que yo no buscaba ni solicité.

Pero cuando me enteré de la noticia, mi primer pensamiento, después de mi madre, fue para usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que extendió a ese niño pequeño y pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo, nada de todo esto habría ocurrido.

Yo no hago mucho caso a este tipo de premios, pero por lo menos me da la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y para asegurarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que puso en él todavía vive en uno de sus pequeños alumnos que, a pesar de los años, nunca ha dejado de ser su alumno agradecido. Le mando un abrazo con todo mi corazón.

Albert Camus

¿Te ha emocionado?

Si has logrado publicar algún artículo, si tu novela está en Amazon, si ha salido una reseña positiva, quizás sea el momento de escribirle una carta a alguien.

Adelantando acontecimientos

Adelantando acontecimientos

Ayer hablábamos de las seis empresas más grandes de la edición, macro empresas dueñas de muchísimas editoriales de todo el mundo. Manejan unas cantidades de dinero tan grandes que pueden permitirse invertir en todo: publicidad, diseño, distribución y (lo que nos gusta a nosotros) en sus autores. Para atraer a los escritores más rentables, ofrecen adelantos.

¿Cómo funciona un adelanto?

La editorial te da un cheque antes de sacar tu libro al mercado. Puede ser de 500 euros, pero el más buscado es el “contrato de seis digitos”, 100 mil dolares o más. Te están adelantando lo que cobrarías por los derechos de las ventas de tu libro en la primera edición: cuanto más alto es el adelanto, más importante es la tirada de esa primera edición. Ergo, tú sólo vuelves a cobrar cuando las ventas sobrepasen el dinero adelantado. Pero, ¿cómo lo calculan?, ¿cómo saben que venderás x libros? No lo saben, pero por la cuenta que les trae, intentarán a través de la publicidad, directa o indirecta, que se venda lo estipulado y no pillarse los dedos. Sí, lo TIENEN que hacer, porque si se equivocan y no se vende lo suficiente, el dinero que te adelantaron lo pierden; en ningún caso tú lo tendrías que devolver.

¡Que alegría!

Un pequeño detalle negativo. Si todo falla y no cubres tu adelanto, habrás ganado ese dinero, sí, pero será casi imposible que la editorial te vuelva a publicar, y muy difícil encontrar otra que se anime a apostar por ti.

Grandes editoriales

Grandes editoriales

Las seis editoriales más importantes del mundo en 2012 fueron

Pearson (UK)
Reed Elsevier (UK/NL/US)
Thompson Reuters (US)
Wolters Kluwer (NL)
Random House (Alemania)
Hachette Livre (Francia)

¿Quiénes son? No reconozco ninguna.

Tú crees que compras una novela a Alianza, un libro de Asterix a Salvat, un libro infantil a Barcanova o Bruño, un diccionario para el cole a Vox, fascículos a Anaya, una enciclopedia a Larousse. Efectivamente lo haces, pero todas ellas son empresas propiedad de Hachette, y desde el verano pasado todas las editoriales de Disney, también. En el ranking están en el número seis, con menos de 3 mil millones de facturación, casi nada.

Un caso interesante es el de Random House. Han subido del puesto número 8 al numero 5 gracias a un solo libro, "50 sombras de grey".

La próxima vez que te sientes a escribir, piensa que la frase que tecleas podría ser parte de un libro que cambie el destino de una multinacional. Ellos no te conocen, pero saben que este año se escribirá el libro que les aupará en la lista. Es imposible que no haya un nuevo fenómeno editorial y lo están buscando.

Escríbelo.

Nota de contraportada

Nota de contraportada

Necesitarás describir tu novela. En cartas a los agentes, posts de facebook, conversaciones con editoriales y notas de contraportada, tu habilidad para relatar meses de trabajo en un par de párrafos pueden marcar la diferencia entre una venta o un rechazo.

Cuando llegue el momento, no te resultará complicado hacerlo si tienes la constancia de ir practicando este ejercicio: escoge una novela que te guste mucho. Sólo mírala, ni la saques de la estantería; recuerda bien su argumento y escribe la nota de contraportada que crees ideal para ella. Lo perfecto es dar la suficiente información como para crear interés, pero sin divulgar demasiado para no destripar la trama.

¿Qué tal te ha salido? Ahora sí: coge la novela de la estantería, lee tu versión y compárala con la contraportada real.

El sexo vende


El sexo vende

El sexo vende, proliferan las escenas eróticas y las novelas que tienen poco más que momentos calientes están ganando millones de adeptos. Si escribes una escena de sexo y alguien te acusa de ser vulgar, demasiado obvio o burdo, sólo tienes que acusarles a ELLOS de ser anticuados, reprimidos y retrógrados.

Puede que tengas razón, pero también puede que los que tengan razón sean ellos y que lo que le ocurre a tu escena de cama (o cocina o cuarto de baño) es que es simplemente horrible.

Antes de escribir una escena explícita, prueba a describir otro tipo de orgía que se centre en saciar un apetito animal, por ejemplo, comer. Aquí está mi primer intento.

Julia vio el plato lleno a rebosar de grasientas y largas patatas, y un huevo poco frito con la yema goteando sobre una mancha de ketchup. Su boca empezó a salivar con profusión, sus ojos se entrecerraban mientras se lamía los labios, deseosa y expectante. Cogió el tenedor, lo agarró con fuerza, con necesidad. Murmuró “lo necesito, no puedo esperar más”. Asió la primera patata con ansia, la metió lentamente en la yema del huevo y se la acercó a la boca. El tenedor entró en ella con la urgencia de la necesidad, hasta se le distendió la mejilla de lo profundo que entró; gimió de puro placer. Sacó el tenedor, lo volvió a cargar y lo utilizó para penetrar de nuevo su boca, esta vez con más lentitud, disfrutando cada centímetro de su recorrido. Salío y entró cada vez con más urgencia.

No, no eres ni anticuado, ni reprimido, ni retrógrado. Es el texto que me ha quedado horroroso.

Escribir o morir


Escribir o morir

He descubierto una herramienta curiosa. Si alguna vez tienes problemas de concentración, te cuesta escribir, pasan las horas y no avanzas, y no has conseguido redactar nada de lo que tenías planeado, “Write or Die” te ofrece un singular sistema de entrenamiento . (“Write or die” significa “Escribir o morir”. ¡Qué dramático!). Está a tu entera disposición de manera gratuita si escribes en la misma página web.

Este programa, en realidad un procesador de textos, sólo te pedirá cuántas palabras deseas escribir y en cuánto tiempo planeas hacerlo. A la hora de editar no te proporciona grandes posibilidades de edición, porque su objetivo es otro: que escribas. Editar, corregir y pulir lo podrás hacer en cualquier otro momento.

Si dejas de teclear, el fondo de la pantalla pasará paulatinamente de blanco a rojo. Si ni así te pones a escribir, el programa se pondrá en acción. En modo ‘gentle’ te avisará con un mensaje escrito; en modo ‘normal’ sonará una alarma, y en modo ‘kamikaze’ comenzará a borrar lo que tienes escrito.

Lo he probado y, supongo que como bajo presión trabajo fatal, creo que no me va a ser muy útil; pero el concepto me ha parecido la mar de interesante. Este post fue escrito en Word, pero lo hice después de mis pruebas con “Write or Die” y lo he escrito en tiempo record.

Prueba 1000 palabras en 5 minutos, modo kamikaze

Configura tu propia prueba

Cree en ti mismo


Cree en ti mismo

Se pueden consultar online todas las versiones escritas a mano y sus correspondientes revisiones de la novela Frankenstein, de Mary Shelley. Nos ha parecido fascinante contemplar esas palabras, esos trazos de tinta en el papel, que hace ya casi 200 años, dieron nacimiento a tan legendaria y fantástica novela.

Por si acaso tu novela llega a ser famosa, ¿estás conservando la servilleta donde apuntaste la idea original; el primer dibujo de cómo imaginaste la portada, o un mapa en lápiz de la casa de la protagonista donde transcurre parte de la acción?

Te puede parecer egocéntrica y prematura una actitud tan confiada. No pasa nada. Después de acabar el libro puedes volver a ser humilde y sencillo, pero durante el proceso de escritura necesitas mucho ánimo para seguir, para vencer todos los obstáculos que se te presenten, y nadie como tú para hacerlo “desde dentro”. Cree en ti mismo; puede ser el empuje definitivo para que consigas terminar la novela.

Cosas que no dirás


Cosas que no dirás

Supongo que tienes una lista de diversas cosas que ocurrirán en tu novela. Puede ser una lista en papel, o en un archivo del PC o puede que tengas suficiente con guardarla en tu memoria. Son esas cosas que irás soltando durante la trama, en alguna escena, en algún capítulo…

¿Has pensado en la otra lista? Me refiero a la lista de las cosas que no dirás. En el mundo real estamos rodeados de datos desconocidos. ¿Sabes en qué trabajaba el padre de tu vecina? Probablemente no, pero es posible, por ejemplo, que ese hecho tuviera algún tipo de influencia en la personalidad de una muchacha con la que te cruzas casi todos los días.

Si quieres que el ambiente parezca real, tienes que saber mucho más de tu mundo imaginario de lo que muestres a tus lectores.

Un ejemplo sería que un personaje secundario, un familiar del protago­nista, es un alcohólico recuperado. Nadie lo menciona, sería poco diplomá­tico, pero nunca hay vino cuando él viene a cenar, y cuando alguien que no le conoce sugiere sacar una botella, se crea una situación incómoda, un momento de silencio seguido por excusas varias.

Si tienes un secreto sin importancia para cada personaje secundario el lector no se dará cuenta, pero sentirá que todo parece muy real.

Mejor que J.K.Rowling

Mejor que J.K.Rowling

Hace un año salió al mercado en inglés, con gran expectacion, “Una Vacante Imprevista”, la novela de adultos de J.K.Rowling. Sin embargo, la edición digital tuvo bastantes problemas. El archivo estaba mal formateado y sólo podías escoger un font demasiado pequeño (imposible de leer sin lupa), o un font enorme. Tuvieron que reemplazar el libro a todos los compradores del primer día. Muchos lectores de Soncritores han publicado ebooks sin sufrir estos problemas.

Y mira, anima mucho el comprobar que un autor independiente es capaz de lanzar su obra al ciberespacio con mucha más gracia que algunas grandes editoriales. Pero es cosa de la tecnología moderna; antes era imposible ni siquiera imaginar algo así. En los tiempos de las ediciones en papel y cartón, o invertías mucho dinero, o no tenías nada que hacer. Una primera edición de 300.000 ejemplares costaba una fortuna, y la distribución ni te cuento. De forma independiente, con mucho esfuerzo, podrías reunir el suficiente vil metal para una tirada de 1.000 ejemplares, y eso reduciendo los costes al máximo… a costa de la calidad, claro. Y ley de Murphy, cuantos menos ejemplares produces, más te cobran por cada libro. Ser pobre sale carísimo.

La era digital ha propiciado que se nivele el campo de juego. El valor que más se utiliza en la preparación de un libro digital es el tiempo. Puedes corregir tu propio libro todas las veces que quieras, puedes contratar a un profesional para una corrección ortotipográfica y de estilo, puedes pasar semanas comprobando que funcione bien en todos los tamaños de font. En resumen, ahora la producción de un libro requiere más mimo que otra cosa. El equivalente de los carísimos papel y tinta de antaño, son la pantalla y sus pixels del lector final.

Ánimo, ponte a escribir algo digno para salir en esas pantallas. Ya no es tan difícil ni tan caro llegar a los lectores.

Es como lo cuentas


Es como lo cuentas

Una situación, por muy seria, peligrosa o polémica que sea, dependiendo de cómo la cuentes, puede resultar muy cómica.

Analicemos este video.



Si lo miramos con ojo crítico: vemos a jóvenes entre el tráfico poniendo su vida en peligro; a policías intentando hacer su trabajo, pero que en lugar de frenar a los patinadores lo único que consiguen es colapsar el tráfico, y que ya en el 1:40, acaban arrestando a una única persona, que resulta ser negra. Viva Nueva York. En fin…

¿Cómo han conseguido que semejante despropósito resulte una historia divertida? Con dos técnicas: (1) velocidad y (2) una referencia cultural.

Si aceleras la acción el efecto visual es gracioso(1). La música también lo es, pero lo que hace que todo el mundo la relacione con la risa y el cachondeo es que se trata de la banda sonora de Benny Hill(2), grabada en nuestra memoria colectiva.

Vamos a probar el siguiente ejercicio. Describe una caída en la cocina. Obviamente, cualquier caída te podría desnucar, pero ni pienses en eso. Imprime velocidad a la acción; una sucesión de frases rápidas: paquetes volcados por doquier, nubes de harina flotando, estornudos, una caja de huevos precipitándose contra la cabeza del accidentado y un toque de ketchup goteando para darle color. Termina, a ser posible, con una referencia cultural de las de: “Acabé pareciendo ???? después de ???” Tendrás que adaptar esta referencia a la idiosincracia de tu país, al género de novela que estés escribiendo y a la edad de tus lectores. Puedes acabar pareciéndote a Mr Bean después de la Cena de navidad, o al Pato Donald después de una visita de Goofy… aunque una fuente inagotable de este tipo de referencias la tienes en los políticos; seas de donde seas, seguro que te vienen unos cuantos a la cabeza.