Pasapalabra


Pasapalabra

Nos encantan las palabras, nos chiflan, nos deleitan, nos fascinan. Su elocuencia nos transporta, nos seduce, nos atrapa en un embelesamiento que nos deja embrujados cual hechizo.

Ese primer párrafo lo escribimos abusando de un diccionario de sinónimos, y nos quedó bastante rimbombante.

¡Rimbombante! ¿Cuándo fue la última vez que dijiste la palabra rimbombante en voz alta? Posiblemente, aunque la entiendas, nunca haya salido de tu boca. Tenemos dos vocabularios, uno activo, de palabras que usamos con regularidad, y otro pasivo, de palabras que entendemos si las leemos, pero que no solemos utilizar. Decimos que un helado es bueno, rico, sabroso; pero no acostumbramos a decir que es exquisito, superlativo o apetitoso. Obviamente, nos referimos a situaciones cotidianas, si uno de nuestros personajes es un chef de alta cocina, lógico que diga en una degustación de gourmets que un helado es exquisito.

Hay un tercer grupo de vocablos que al que nosotros denominamos los 'pasapalabra' en honor del concurso televisivo. En el programa hay una sección que consiste en emparejar palabras con definiciones. La dificultad estriba en que son tan poco conocidas que la prueba se reduce a un ejercicio de adivinar a ciegas. Esas son las palabras que, por regla general, queremos evitar.

Te proponemos un juego que también podríamos llamar pasapalabra. Pasar palabras de nuestro vocabulario pasivo al activo. En vez de decir que un coche es bonito, di que es precioso, o busca otras características a destacar del vehículo, puede que sea estilizado, aerodinámico, grácil.

Con este ejercicio no perseguimos únicamente aprender a usar más palabras, eso lo podemos conseguir igual memorizando listas de sinónimos. Lo que lograremos al hacerlo en voz alta, en nuestro entorno, es interactuar con la gente y ver su reacción para que nuestro ampliado vocabulario esté conectado con la realidad y nuestra escritura sea fresca, lógica y genuina. Decir “Este helado es delicioso”, suena natural, y nos aleja de la monotonía del “este futbolista es bueno, este helado es bueno, este libro es bueno, este coche es bueno”; pero ojo, si enriqueces en demasía y dices “Esta confección culinaria cremosa deleitaría el paladar más exquisito”, te van a mirar con cara de pasmo y te preguntarán que qué te ha pasado, que hablas raro (si no eres el chef arriba mencionado, claro).

Cuanto más vocabulario tengas, mejor. Eso sí, en el equilibrio está la clave. Piensa en la escena que deseas escribir y utiliza esas palabras que te ayudarán a conseguir que tu texto suene exactamente como tú lo habías pensado: desenfadado, formal o…

...rimbombante.

2 comentarios :

  1. Iba a comentar que el artículo me ha parecido genial. Sin embargo, pondré que este opúsculo resulta de lo más agudo ;-)

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  2. Antaño, quería aprender más vocabulario para dejar pasmada a la gente, ya que si ésta se metía conmigo, yo apenas podía defenderme. ¿Y qué mejor escudo que las palabras? Que, además, pueden servirnos de ataque si es preciso. Y si éstos no se enteran de lo que le estás queriendo transmitir... mejor no les expliquemos el chiste. ;)

    Saludos y despedidas. ~

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