Arcos, flechas y gafas


Arcos, flechas y gafas

Acabo de leer un informe de la asociación americana de tiro con arco. Resulta que el año pasado duplicó el número de sus miembros. Los clubes de tiro con arco tienen lista de espera. Lo llaman el efecto “Juegos del hambre”.

Algo similar pasó hace unos años cuando las gafitas redondas (que eran las gratuitas, poco atractivas y baratas que llevaban los niños de familias con pocos recursos porque las subvencionaba la sanidad pública británica) súbitamente se pusieron de moda. Claro, todos los críos querían parecerse a Harry Potter.

Ahí lo dejo; lo siento, pero es que me tengo que poner a escribir. Se me acaba de ocurrir una idea para una novela sobre un futuro distópico en el que si se detecta que un niño pasa hambre, o que una sola persona duerme en la calle, ese día tanto los ministros del gobierno como los mandamases de los bancos no cobran su sueldo.

¿De qué sirve hacer reseñas?


¿De qué sirve hacer reseñas?

—Niña, ¿qué haces? No me digas que estás otra vez perdiendo el tiempo con eso del blog…

—No es perder el tiempo.

—¡Claro que sí! Podrías dedicar ese montón de horas desperdiciadas a algo útil.

—¿Es que escribir no es útil?

—Si te diera dinero como a la de Harry Potter, sí, pero tú…

—Pues te voy a contar algo. Ayer leí en la prensa que un autor ha recibido dos millones de dólares de adelanto para publicar su primera novela en Estados Unidos, y más de cien mil libras por los derechos para Reino Unido.

—Hombre, así sí que vale la pena. Lo que pasa es que tú no escribes novelas, sólo opinas sobre novelas de otros, y eso no sirve para nada.

—Si tú lo dices… ¿Pero sabes a qué se dedicaba antes ese autor? Era el crítico literario de un periódico. Tanto leyó y tantas reseñas escribió que al final consiguió crear su propia novela.



Autor:Garth Risk Hallberg. Novela: City of Fire. Fecha de publicación: 2015. Artículo

Cuesta mucho escribir

Cuesta mucho escribir

Jean-Dominique Bauby, el editor de la revista de moda ELLE sufrió un infarto cerebral, cayó en coma y cuando recuperó la consciencia solo era capaz de mover un párpado. Paraplégico y sin poder hablar fue capaz de dictar sus memorias. El sistema era penosamente lento. Una ayudante leía el alfabeto en voz alta y él guiñaba el ojo cuando oía la letra que buscaba.

La próxima vez que te pille lamentándote con un: “¿Por qué es tan difícil lograr que lean mi libro, con TODO el trabajo que me costó escribirlo?”, yo te preguntaré: “¿Has leído ‘La escafandra y la mariposa’ de Jean-Dominique Bauby?”

Queremos que nos lean, claro que sí, pero algo me dice que un primer paso es ser solidarios con otros autores. Leer, criticar, animar, recomendar. El mundo da muchas vueltas.

Con vocación de protagonistas


Con vocación de protagonistas

Los actores dicen que es una equivocación trabajar con niños o animales. Te pueden robar el protagonismo. Cierto es que no me acuerdo de ninguno de los actores de la pelicula “Liberad a Willy”, ni de "Lassie" o "Skippy" o "Babe el cerdito valiente". Muchos vídeos virales de internet son de animalitos y niños, o combinando “los cachorritos” de ambas especies.



Ya que son unos protagonistas natos, podríamos sacarles mucho partido en nuestras novelas. Si escribimos sobre vampiros porque gustan, de sexo porque vende, de futuros utópicos por que están de moda…
...los niños y los animales son dos ingrediente muy sugerentes a tener en cuenta.

Reality para escritores

Reality para escritores

No me gustan los realities. Parece que parte del proceso de selección para entrar en Gran Hermano sea que nunca hayas leído un libro, ni en el colegio.

En Italia han empezado un concurso/reality que es todo lo contrario. La pri­mera exigencia para entrar es haber escrito una novela. Cada semana doce escritores se someterán a diversas pruebas literarias, con su consiguiente proceso de eliminación, y los cuatro concursantes que demuestren ser los mejores llegarán a la final. El premio para el ganador consiste en firmar con una prestigiosa editorial.



Siendo una productora internacional, han dicho que si funciona lo expor­tarán a otros paises.

JFK


JFK
Hace 50 años fue asesinado, en Dallas, el Presidente Kennedy. El vídeo de sus últimos momentos en esa limusina descapotable sigue impactándonos cada vez que lo vemos.

El ejercicio de hoy consiste en vivir esa escena, pero de otra forma. En un concierto de la Sinfónica de Boston, su director, cuando se enteró de lo ocurrido, interrumpió la función para comunicar a los presentes la trágica noticia. Reacciona el público ante sus palabras y de nuevo interviene el director para decir que cambiarán el programa: tocarán la marcha fúnebre de la tercera sinfonía de Beethoven. Con los primeros 40 segundos del video revivirás ese día desde un ángulo totalmente diferente.



Plantéate las diversas formas que existen de narrar un momento dramático. Puedes contar el evento en sí con todo lujo de detalles, pero también tienes la posibilidad de hacer que el lector lo perciba presenciando la reacción de otros.

Estructura natural


Estructura natural

Las sugerentes formas de la naturaleza llevan millones de años acompa­ñando a los seres humanos. Muchos artistas las han imitado para lograr una estética con todas las garantías. Quieres un baile grácil: imita a un cisne; quieres una música relajante: nada como el sonido de olas y el canto de las ballenas.

Para la estructura de nuestra novela podríamos examinar un arból. Una sola hoja tiene simetría. Unas finas líneas se bifurcan desde un eje central para producir una forma perfecta, diferente en cada arból pero siempre con exquisito equilibrio. El arból, con su tronco central a modo de “columna vertebral”, tenderá siempre a ese equilibrio: por cada rama que genere en un lado, otra le corresponderá en el otro. Y a su vez, las ramas (hasta el más ínfimo ramillete) imitarán la simetria del tronco madre.

En nuestra novela podemos imitar al arból. ¿Un protagonista? Entonces un antagonista. ¿Un amor? Un desamor. ¿Un invierno crudo? Un verano glorioso.

Interioriza la idea de la simetría; medita sobre lo sencillo pero lo práctico que es basar tu estructura en ella. ¿Ya? Pues ahora sólo faltará apuntar que no es la única forma de conseguirlo. Mira la belleza de este cuadro.

Descanse en paz

Descanse en paz

Hoy ha muerto Doris Lessing, Premio Nobel de Literatura.

Su agente, Jonathan Clowes, se ha quedado sin uno de sus mejores clientes (bueno, poco a poco, porque ahora tendrá más trabajo que nunca con retrospectivas, derechos de películas y reediciones conmemorativas).

Es de los pocos agentes que en su página web dice que acepta manuscritos. Facilita dos direcciones de email y pide que le envies una sinopsis y tres capítulos de tu novela. Si en seis semanas no han respondido, no responderán.

Puede que ahí esté tu oportunidad. De todas formas te recomendamos (si no has leído nada suyo aún) que disfrutes de la genialidad de las obras de Lessing. Con sus libros logró redefinir, hace 50 años, el papel de la mujer en la sociedad. Con este dato en mente no he podido evitar preguntarme: ¿soy capaz de escribir algo que dentro de 50 años se reconozca como una novela que cambió el mundo? Si la respuesta es afirmativa, una cosa está clara: no voy a tener problemas para encontrar agente.

Sentido y Sensibilidad


Sentido y Sensibilidad

Ayer hablamos de las trilogías y sus títulos. Pronto tendremos en las librerías la tercera parte de la serie Divergente, de Veronica Roth. Qué sugerentes sus portadas con una cuidada estética que persigue la belleza y la unidad. Divergente, luego llegó Insurgente y, ahora lanzan la tercera y… ay, qué lástima, rompen la simetría con Allegiant. En el inglés original, las tres palabras suenan igual, acaban igual, riman. Pero al pasarlas a otros idiomas, eso se pierde. Las tres traducciones posibles de Allegiant en castellano: Leal, obediente, sumiso, quedaban fatal dentro del conjunto, así que han optado por dejar el título en inglés.

Si vas a hacer un precioso juego de palabras para tus tres títulos, no estaría de más pensar en su traducción, en cómo quedarían en otros idiomas. Un ejemplo tonorrón: “Sueño”, “Dueño” y “Ceño”, para el mercado más grande del mundo se traducirían como “Dream”, “Little” y “Frown”. No es lo mismo, ¿verdad? Las simetrías basadas en el sentido más que en el sonido dan menos problemas. “Asesinato en el desayuno” “Asesinato en la comida” y “Asesinato en la cena” quedarán genial en cualquier idioma.

¿Hacemos un trio?


¿Hacemos un trio?

Esta semana la serie “The good wife” (en latinoamerica “La esposa ejemplar”) emitió un nuevo episodio con un título que me llamó la atención. El episodio se titula “La próxima semana”, pero es el contexto lo que lo hace interesante. La semana anterior se emitió “El próximo día”. Nos encantan los patrones, los conceptos y las simetrías. No me sorprendería que, para completar el juego, al próximo episodio le pusieran “El próximo mes”.

Los grupos de tres libros, las trilogías, con títulos a juego, quedan estupendos tanto en la memoria colectiva, como en la librería y en la estantería de casa.

Hay dos formatos comunes que dan forma a una serie.

Primero: se puede tener un nombre conceptual único, que hace de paraguas, y cada tomo su descripción
Las crónicas de Soncritores I: El boli roto
Las crónicas de Soncritores II: Sin tinta en la impresora
Las crónicas de Soncritores III: Documento no encontrado
Segundo: se pueden buscar tres títulos que tengan algún elemento en común
Hamsters en el espacio
Hamsters en órbita
Hamsters intergalácticos
Por si todavía no te crees que los grupos de tres son intrínsecamente bellos para la mente humana, repasa este post. Hemos colado dos frases de esas que utilizan una lista de tres, un trio o un terceto. Oops, ya lo hemos hecho otra vez.

Queso rallado


Queso rallado

Con la crisis estamos mirando los gastos con lupa, y en estas que le ha llegado el turno al queso rallado. En el supermercado los productos marcan su precio, y en letra pequeñita, el precio por kilo. Hemos descubierto que peso por peso, sale más barato comprar un trozo de sabroso queso semi-curado que una bolsita sin sabor de queso rallado. No es tan práctico como el de la bolsita, pero sale más barato, mucho más barato, ya que como su sabor es más fuerte necesitas usar menos.

Cuando tienes mucho trabajo, dispones de dinero pero careces de tiempo; con el queso ya rallado canjeas minutos por euros. Sin embargo, cuando hay poco trabajo, también escasea la pasta, pero a cambio tienes un montón de horas a tu disposición.

Si eres un autor sin grandes recursos económicos puedes hacer algo similar. Ya que no puedes invertir en contratar un corrector y un editor, tendrás que “rallar el queso” tú mismo. Nunca lograrás el mismo resultado que un experimentado profesional, pero gastando mucho tiempo (eso que sí tienes), y repasando una y otra vez tu texto, puedes producir un manuscrito limpio y correcto.

Emociona con tu escritura


Emociona con tu escritura

En 1957 Albert Camus recibió el premio Nobel de literatura. Pocos días después del anuncio escribió esta carta a quien había sido su profesor.

Querido señor Germain,

Dejé que la conmoción que me rodea estos días se disipara un poco antes de hablar con usted desde el fondo de mi corazón. Me han otorgado un honor demasiado grande, que yo no buscaba ni solicité.

Pero cuando me enteré de la noticia, mi primer pensamiento, después de mi madre, fue para usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que extendió a ese niño pequeño y pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo, nada de todo esto habría ocurrido.

Yo no hago mucho caso a este tipo de premios, pero por lo menos me da la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y para asegurarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que puso en él todavía vive en uno de sus pequeños alumnos que, a pesar de los años, nunca ha dejado de ser su alumno agradecido. Le mando un abrazo con todo mi corazón.

Albert Camus

¿Te ha emocionado?

Si has logrado publicar algún artículo, si tu novela está en Amazon, si ha salido una reseña positiva, quizás sea el momento de escribirle una carta a alguien.

Adelantando acontecimientos

Adelantando acontecimientos

Ayer hablábamos de las seis empresas más grandes de la edición, macro empresas dueñas de muchísimas editoriales de todo el mundo. Manejan unas cantidades de dinero tan grandes que pueden permitirse invertir en todo: publicidad, diseño, distribución y (lo que nos gusta a nosotros) en sus autores. Para atraer a los escritores más rentables, ofrecen adelantos.

¿Cómo funciona un adelanto?

La editorial te da un cheque antes de sacar tu libro al mercado. Puede ser de 500 euros, pero el más buscado es el “contrato de seis digitos”, 100 mil dolares o más. Te están adelantando lo que cobrarías por los derechos de las ventas de tu libro en la primera edición: cuanto más alto es el adelanto, más importante es la tirada de esa primera edición. Ergo, tú sólo vuelves a cobrar cuando las ventas sobrepasen el dinero adelantado. Pero, ¿cómo lo calculan?, ¿cómo saben que venderás x libros? No lo saben, pero por la cuenta que les trae, intentarán a través de la publicidad, directa o indirecta, que se venda lo estipulado y no pillarse los dedos. Sí, lo TIENEN que hacer, porque si se equivocan y no se vende lo suficiente, el dinero que te adelantaron lo pierden; en ningún caso tú lo tendrías que devolver.

¡Que alegría!

Un pequeño detalle negativo. Si todo falla y no cubres tu adelanto, habrás ganado ese dinero, sí, pero será casi imposible que la editorial te vuelva a publicar, y muy difícil encontrar otra que se anime a apostar por ti.

Grandes editoriales

Grandes editoriales

Las seis editoriales más importantes del mundo en 2012 fueron

Pearson (UK)
Reed Elsevier (UK/NL/US)
Thompson Reuters (US)
Wolters Kluwer (NL)
Random House (Alemania)
Hachette Livre (Francia)

¿Quiénes son? No reconozco ninguna.

Tú crees que compras una novela a Alianza, un libro de Asterix a Salvat, un libro infantil a Barcanova o Bruño, un diccionario para el cole a Vox, fascículos a Anaya, una enciclopedia a Larousse. Efectivamente lo haces, pero todas ellas son empresas propiedad de Hachette, y desde el verano pasado todas las editoriales de Disney, también. En el ranking están en el número seis, con menos de 3 mil millones de facturación, casi nada.

Un caso interesante es el de Random House. Han subido del puesto número 8 al numero 5 gracias a un solo libro, "50 sombras de grey".

La próxima vez que te sientes a escribir, piensa que la frase que tecleas podría ser parte de un libro que cambie el destino de una multinacional. Ellos no te conocen, pero saben que este año se escribirá el libro que les aupará en la lista. Es imposible que no haya un nuevo fenómeno editorial y lo están buscando.

Escríbelo.

Nota de contraportada

Nota de contraportada

Necesitarás describir tu novela. En cartas a los agentes, posts de facebook, conversaciones con editoriales y notas de contraportada, tu habilidad para relatar meses de trabajo en un par de párrafos pueden marcar la diferencia entre una venta o un rechazo.

Cuando llegue el momento, no te resultará complicado hacerlo si tienes la constancia de ir practicando este ejercicio: escoge una novela que te guste mucho. Sólo mírala, ni la saques de la estantería; recuerda bien su argumento y escribe la nota de contraportada que crees ideal para ella. Lo perfecto es dar la suficiente información como para crear interés, pero sin divulgar demasiado para no destripar la trama.

¿Qué tal te ha salido? Ahora sí: coge la novela de la estantería, lee tu versión y compárala con la contraportada real.

El sexo vende


El sexo vende

El sexo vende, proliferan las escenas eróticas y las novelas que tienen poco más que momentos calientes están ganando millones de adeptos. Si escribes una escena de sexo y alguien te acusa de ser vulgar, demasiado obvio o burdo, sólo tienes que acusarles a ELLOS de ser anticuados, reprimidos y retrógrados.

Puede que tengas razón, pero también puede que los que tengan razón sean ellos y que lo que le ocurre a tu escena de cama (o cocina o cuarto de baño) es que es simplemente horrible.

Antes de escribir una escena explícita, prueba a describir otro tipo de orgía que se centre en saciar un apetito animal, por ejemplo, comer. Aquí está mi primer intento.

Julia vio el plato lleno a rebosar de grasientas y largas patatas, y un huevo poco frito con la yema goteando sobre una mancha de ketchup. Su boca empezó a salivar con profusión, sus ojos se entrecerraban mientras se lamía los labios, deseosa y expectante. Cogió el tenedor, lo agarró con fuerza, con necesidad. Murmuró “lo necesito, no puedo esperar más”. Asió la primera patata con ansia, la metió lentamente en la yema del huevo y se la acercó a la boca. El tenedor entró en ella con la urgencia de la necesidad, hasta se le distendió la mejilla de lo profundo que entró; gimió de puro placer. Sacó el tenedor, lo volvió a cargar y lo utilizó para penetrar de nuevo su boca, esta vez con más lentitud, disfrutando cada centímetro de su recorrido. Salío y entró cada vez con más urgencia.

No, no eres ni anticuado, ni reprimido, ni retrógrado. Es el texto que me ha quedado horroroso.

Escribir o morir


Escribir o morir

He descubierto una herramienta curiosa. Si alguna vez tienes problemas de concentración, te cuesta escribir, pasan las horas y no avanzas, y no has conseguido redactar nada de lo que tenías planeado, “Write or Die” te ofrece un singular sistema de entrenamiento . (“Write or die” significa “Escribir o morir”. ¡Qué dramático!). Está a tu entera disposición de manera gratuita si escribes en la misma página web.

Este programa, en realidad un procesador de textos, sólo te pedirá cuántas palabras deseas escribir y en cuánto tiempo planeas hacerlo. A la hora de editar no te proporciona grandes posibilidades de edición, porque su objetivo es otro: que escribas. Editar, corregir y pulir lo podrás hacer en cualquier otro momento.

Si dejas de teclear, el fondo de la pantalla pasará paulatinamente de blanco a rojo. Si ni así te pones a escribir, el programa se pondrá en acción. En modo ‘gentle’ te avisará con un mensaje escrito; en modo ‘normal’ sonará una alarma, y en modo ‘kamikaze’ comenzará a borrar lo que tienes escrito.

Lo he probado y, supongo que como bajo presión trabajo fatal, creo que no me va a ser muy útil; pero el concepto me ha parecido la mar de interesante. Este post fue escrito en Word, pero lo hice después de mis pruebas con “Write or Die” y lo he escrito en tiempo record.

Prueba 1000 palabras en 5 minutos, modo kamikaze

Configura tu propia prueba

Cree en ti mismo


Cree en ti mismo

Se pueden consultar online todas las versiones escritas a mano y sus correspondientes revisiones de la novela Frankenstein, de Mary Shelley. Nos ha parecido fascinante contemplar esas palabras, esos trazos de tinta en el papel, que hace ya casi 200 años, dieron nacimiento a tan legendaria y fantástica novela.

Por si acaso tu novela llega a ser famosa, ¿estás conservando la servilleta donde apuntaste la idea original; el primer dibujo de cómo imaginaste la portada, o un mapa en lápiz de la casa de la protagonista donde transcurre parte de la acción?

Te puede parecer egocéntrica y prematura una actitud tan confiada. No pasa nada. Después de acabar el libro puedes volver a ser humilde y sencillo, pero durante el proceso de escritura necesitas mucho ánimo para seguir, para vencer todos los obstáculos que se te presenten, y nadie como tú para hacerlo “desde dentro”. Cree en ti mismo; puede ser el empuje definitivo para que consigas terminar la novela.